No. Su efecto es local y a pesar de que el cannabidiol se absorbe por la piel, este no llega a nuestra sangre y, por tanto, tampoco alcanza al sistema nervioso central. Si a eso le sumamos que el CBD no tiene un efecto psicotrópico ni psicoactivo y que su aplicación está limitada a una zona o zonas concretas de nuestro cuerpo. No es posible que genere adicción.